Una adecuada instalación de Linux es el primer paso para tener un sistema estable y seguro. Hay varios trucos que hacen más fácil la instalación, así como algunos asuntos que es mejor llevarlos a cabo durante la instalación (como la estructura de un disco duro).
Elección de los medios de instalación
Este es el elemento nº 1, que afectará a la velocidad de instalación y en buena medida a la seguridad. Personalmente mi método preferido es la instalación vía ftp, ya que colocar temporalmente una tarjeta de red en una máquina es algo rápido e indoloro, y alcanzar velocidades superiores a 1 Megabyte/seg acaba siendo una instalación rápida. La instalación desde el CD-ROM suele ser la más fácil, ya que se puede arrancar desde ellos, el Linux encuentra el CD y tira millas, sin tener que apuntar a directorios o tener que preocuparse por los nombres de ficheros con mayúsculas o minúsculas (al contrario que ocurre en la instalación basada en disco duro). Se trata de un medio original de Linux, y puedes tener la relativa certeza de que es seguro (dando por hecho que la fuente es reputada), aunque si eres algo paranoico tienes toda libertad para comprobar las firmas de los ficheros.
FTP – rápida, requiere una tarjeta de red, y un servidor de ftp (Una máquina Windows ejecutando algo como un warftpd también funciona).
HTTP – también rápida, y algo más segura que hacer una llamada a un FTP público
Samba – rápida, un buen método si dispones de una máquina windows (comparte el cdrom).
NFS – no tan rápida, pero puesto que el nfs está implementado en la mayoría de las redes UNIX existentes (y NT tiene un servidor NFS de MS gratis), es casi indolora. El método por NFS es el único método soportado por la opción kickstart de Red Hat.
CDROM – si tienes un lector de cdrom rápido, la mejor apuesta es introducir el cd y arrancar desde él, pulsar enter unas cuantas veces y ya estás listo. Ahora, se puede arrancar desde la mayoría de los CDROMs de Linux.
Disco duro – generalmente la más dolorosa, las ventanas confunden los nombres de fichero, la instalación desde una partición ext2 suele ser algo menos dolorosa.
Imágenes ISO en CD
Si quieres tostar tu propia distribución X en CD, vete a http://freeiso.linuxsw.net y pásala a CD.
Red Hat kickstart
Red Hat proporciona una característica para instalaciones automatizadas, que puede ser bastante útil. Simplemente hay que crear un fichero de texto con especificaciones de la instalación, y apuntar el instalador de Red Hat al mismo, después sentarse y dejarlo funcionar. Es muy útil si se ejecuta en múltiples máquinas, o si se les da a los usuarios un método de recuperación (suponiendo que sus ficheros de datos están seguros). Se puede conseguir más información en: http://www.redhat.com/mirrors/LDP/HOWTO/KickStart-HOWTO.html
Y aquí no acaba todo...
Así que tienes fresca una instalación de Linux (Red Hat, Debian, o lo que sea, por favor, por favor, NO instales versiones viejas, e intentes actualizarlas, es una pesadilla), pero hay probabilidades de que tengas una gran cantidad de software extra, y paquetes que quizás quisieras actualizar, o cosas que más te vale actualizar si no quieres que el sistema se vea comprometido en los primeros 15 segundos de vida (en el caso de BIND/Sendmail/etc.). Mantener una copia local del directorio de actualizaciones de tu distribución es una buena idea (hay una lista de erratas en distribuciones al final de este documento), y tenerlo disponible vía nfs/ftp o tostar un CD generalmente suele ser la forma más rápida de tenerlo disponible. De igual forma, existen otros elementos que podrías querer actualizar, yo por ejemplo utilizo una versión no root con chroot de Bind 8.1.2, disponible en el servidor de contribuciones (ftp://contrib.redhat.com), en lugar de la que viene por defecto, sin chroot, ejecutándose como root, la Bind 8.1.2 que viene con Red Hat Linux. También querrás eliminar cualquier tipo de software que no estés usando, así como reemplazarlo por otras versiones más seguras (tal como reemplazar rsh por ssh).
Copyright © 1999, Kurt Seifried, José Antonio Revilla
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