Cuando un usuario normal (no-root) ingresa localmente en el ordenador, adquiere dos clases de permisos especiales; puede ejecutar ciertos programas que si no no podría ejecutar, y puede acceder a ciertos ficheros (habitualmente ficheros especiales de dispositivo usados para acceder a disquetes, CD-ROMS, etc.) a los que tampoco podría acceder.
Dado que hay múltiples consolas en un ordenador, y múltiples usuarios que pueden ingresar localmente en el sistema al mismo tiempo, uno de ellos tiene que ``ganar'' la pelea del acceso a estos ficheros. El primer usuario en ingresar en la consola se adueña de ellos. Una vez que este usuario sale del sistema, el siguiente usuario que ingresa se apropia de los ficheros.
En contraste, todo usuario que ingrese a la consola podrá ejecutar programas restringidos habitualmente al usuario root. Por defecto, estos programas pedirán la contraseña del usuario. Si X-Window está ejecutándose esto se realizará gráficamente, lo que hace posible realizar estas acciones a través de un menú dentro de un intefaz gráfico de usuario. Los programas accesibles a través de la consola son shutdown, halt, y reboot.