Terremotos

Los terremotos son el desastre natural menos probable en la mayoría de organismos ubicados en España, simplemente por su localización geográfica: no nos encontramos en una zona donde se suelan producir temblores de intensidad considerable; incluso en zonas del sur de España, como Almería, donde la probabilidad de un temblor es más elevada, los terremotos no suelen alcanzan la magnitud necesaria para causar daños en los equipos. Por tanto, no se suelen tomar medidas serias contra los movimientos sísmicos, ya que la probabilidad de que sucedan es tan baja que no merece la pena invertir dinero para minimizar sus efectos.

De cualquier forma, aunque algunas medidas contra terremotos son excesivamente caras para la mayor parte de organizaciones en España (evidentemente serían igual de caras en zonas como Los Ángeles, pero allí el coste estaría justificado por la alta probabilidad de que se produzcan movimientos de magnitud considerable), no cuesta nada tomar ciertas medidas de prevención; por ejemplo, es muy recomendable no situar nunca equipos delicados en superficies muy elevadas (aunque tampoco es bueno situarlos a ras de suelo, como veremos al hablar de inundaciones). Si lo hacemos, un pequeño temblor puede tirar desde una altura considerable un complejo hardware, lo que con toda probabilidad lo inutilizará; puede incluso ser conveniente (y barato) utilizar fijaciones para los elementos más críticos, como las CPUs, los monitores o los routers. De la misma forma, tampoco es recomendable situar objetos pesados en superficies altas cercanas a los equipos, ya que si lo que cae son esos objetos también dañarán el hardware.

Para evitar males mayores ante un terremoto, también es muy importante no situar equipos cerca de las ventanas: si se produce un temblor pueden caer por ellas, y en ese caso la pérdida de datos o hardware pierde importancia frente a los posibles accidentes - incluso mortales - que puede causar una pieza voluminosa a las personas a las que les cae encima. Además, situando los equipos alejados de las ventanas estamos dificultando las acciones de un potencial ladrón que se descuelgue por la fachada hasta las ventanas, ya que si el equipo estuviera cerca no tendría más que alargar el brazo para llevárselo.

Quizás hablar de terremotos en un trabajo dedicado a sistemas `normales' especialmente centrándonos en lugares con escasa actividad sísmica - como es España y más concretamente la Comunidad Valenciana - pueda resultar incluso gracioso, o cuanto menos exagerado. No obstante, no debemos entender por terremotos únicamente a los grandes desastres que derrumban edificios y destrozan vías de comunicación; quizás sería mas apropiado hablar incluso de vibraciones, desde las más grandes (los terremotos) hasta las más pequeñas (un simple motor cercano a los equipos). Las vibraciones, incluso las más imperceptibles, pueden dañar seriamente cualquier elemento electrónico de nuestras máquinas, especialmente si se trata de vibraciones contínuas: los primeros efectos pueden ser problemas con los cabezales de los discos duros o con los circuitos integrados que se dañan en las placas. Para hacer frente a pequeñas vibraciones podemos utilizar plataformas de goma donde situar a los equipos, de forma que la plataforma absorba la mayor parte de los movimientos; incluso sin llegar a esto, una regla común es evitar que entren en contacto equipos que poseen una electrónica delicada con hardware más mecánico, como las impresoras: estos dispositivos no paran de generar vibraciones cuando están en funcionamiento, por lo que situar una pequeña impresora encima de la CPU de una máquina es una idea nefasta. Como dicen algunos expertos en seguridad ([GS96]), el espacio en la sala de operaciones es un problema sin importancia comparado con las consecuencias de fallos en un disco duro o en la placa base de un ordenador.
© 2002 Antonio Villalón Huerta