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La comunidad del software libre conoce y aprecia desde hace años la importancia que tienen los sistemas y normas abiertos en la producción y difusión de documentos. Los sistemas abiertos nos permiten intercambiar documentos con otras personas sin pérdida de información y a un bajo coste. Los programadores pueden desarrollar con facilidad software que maneje estas clases de documentos, etc.
Sin embargo, los sistemas cerrados siguen siendo los más comunes en la actualidad, y una buena proporción de los documentos escritos hoy día se encuentra almacenada en formatos propietarios. Si el software libre, y en especial GNU/Linux, pretende tener alcance universal, debe proporcionar herramientas para manejar cómodamente los formatos cerrados de documentos.
Un caso paradigmático de formato propietario de amplísimo uso es el <<Formato de Texto Enriquecido>> (Rich Text Format, RTF) de Microsoft [1], utilizado por la suite ofimática MS-Office y por múltiples aplicaciones de otras firmas. En GNU/Linux hay diversos programas que trabajan con este formato, bien de forma nativa o mediante conversiones. Como ejemplos de estos, podemos citar:
Como podemos ver, en GNU/Linux podemos visualizar e incluso escribir documentos RTF, pero a nuestro juicio siguen existiendo carencias: se echa en falta una biblioteca genérica para manejar documentos RTF, que sea utilizable por los programadores para tareas como: escribir aplicaciones sencillas (p.ej. filtros UNIX que extraigan los títulos o los autores de un conjunto de documentos RTF); importar o exportar RTF en procesadores de textos, etc. La reciente apertura del código de StarOffice puede ser prometedora, pero la complejidad de este software disuade su aprovechamiento para utilidades sencillas.
Otra carencia importante es la documentación del software, que tantas veces es descuidada por los desarrolladores y que impide su reutilización. A esto hay que añadir una dificultad inherente al RTF, y es que las especificaciones publicadas por Microsoft no son precisamente un dechado de claridad.