¿Por qué tuvo tanto éxito el enfoque de UNIX? Aparentemente, su simplicidad fue un factor decisivo. En su diseño, sus creadores antepusieron la facilidad de comprensión a la eficiencia, de manera que era fácil entender el código y, por ende, adaptarlo a las necesidades de otros. UNIX no es una reliquia del pasado; de hecho, la mayor parte de los sistemas operativos actuales son una evolución de UNIX (incluidos MS-DOS y Windows NT/2000/XP). Por eso conviene conocer los principios en los que se fundamente, puesto que esos mismos principios estarán presentes (de una u otra manera) en los sistemas que hoy podamos manejar.
Esta idea, propia de la orientación a objetos (si bien la precede), consiste en que la unidad básica para la interacción con el sistema es una entidad llamada archivo que, como los archivos en papel, puede abrirse, leerse, avanzar hojas hacia delante y hacia atrás, escribir en él, y cerrarse. Este modelo tan sencillo puede parecer ingenuo, pero ha probado ser extremadamente valioso. Permite a un programa acceder transparentemente a un documento de texto o a un puerto de comunicaciones.
UNIX incorpora un conjunto de herramientas que guardan cierta analogía con una navaja multiusos. Son simples, pero hacen muy bien su trabajo. En lugar de construir programas muy complejos, UNIX proporcionaba muchas pequeñas herramientas, y un esquema para poder combinarlas de forma efectiva. Este diseño escala muy bien, permitiendo al sistema crecer, incorporar nuevas herramientas y, a la vez, ser compatible hacia atrás.
Cuando Thompson y Ritchie estaban desarrollando UNIX, solicitaron a sus jefes un ordenador más potente (un DEC PDP-11), a cambio de desarrollar un sistema completo de tipografía (no les dijeron nada acerca de UNIX). Con el nuevo ordenador desarrollaron UNIX sobre C y, Joe F. Ossanna desarrolló troff (de typesetting run-off ). Este sistema fue incluido en el propio UNIX, de manera que el manual del sistema fue escrito con él, estando disponible en línea desde entonces (a través del programa man).