El iris humano (el anillo que rodea la pupila, que a simple vista diferencia
el color de ojos de cada persona) es igual que la vasculatura retinal una
estructura única por individuo que
forma un sistema muy complejo - de hasta 266 grados de libertad - ,
inalterable durante toda la vida de la persona. El uso por parte de un atacante
de órganos replicados o simulados para conseguir una falsa aceptación es
casi imposible con análisis infrarrojo, capaz de detectar con una alta
probabilidad si el iris es natural o no.
Figura 8.3:
Iris humano con la extracción de su iriscode.
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La identificación basada en el reconocimiento de iris es más moderna que
la basada en patrones retinales; desde hace unos años el iris humano se viene
utilizando para la autenticación de usuarios ([BAW96],
[Dau97]). Para ello, se captura una imagen del iris en blanco
y negro, en un entorno correctamente iluminado; esta imagen se somete a
deformaciones pupilares (el tamaño de la pupila varía enormemente en
función de factores externos, como la luz) y de ella se extraen patrones, que
a su vez son sometidos a transformaciones matemáticas ([McM97]) hasta
obtener una
cantidad de datos (típicamente 256 KBytes) suficiente para
los propósitos de autenticación. Esa muestra, denominada iriscode
(en la figura 8.3 se muestra una imagen de un iris humano con su
iriscode asociado) es comparada con otra tomada
con anterioridad y almacenada en la base de datos del sistema, de forma que si
ambas coinciden el usuario se considera autenticado con éxito; la
probabilidad de una falsa aceptación es la menor de todos los modelos
biométricos ([Dau98]).
La empresa estadounidense IriScan es la principal desarrolladora de
tecnología (y de investigaciones) basada en reconocimiento de iris que
existe actualmente, ya que posee la patente sobre esta tecnología;
su página web, con interesantes artículos sobre este modelo de
autenticación (a diferencia de la página de EyeDentify), se puede consultar
en http://www.iriscan.com/.
© 2002 Antonio Villalón Huerta